La tradición manda y el postre del día de Reyes tiene que ser el roscón de Reyes.
He investigado un poco de donde viene la tradición de comer este dulce y para ello he desempolvado el volumen I del Costumari Català de Joan Amades.
Según la tradición, la Virgen María, al ver los valiosos regalos que los Reyes traían para su hijo, se sintió mal por no poder ofrecerles nada debido a su pobreza. Y la Virgen María empezó a llorar. En ese instante bajaron del cielo unos ángeles con alas doradas vestidos con ropajes azules, que volaron por la cueva y se arrodillaron para besar al niño Jesús. Al acercarse a él, sus alas desprendieron un polvo blanco finísimo, parecido al que sueltan las alas de las mariposas. María recogió esa harina que el Cielo le había enviado y la amasó y preparó una coca. Cuando la tuvo preparada, cortó un trozo, que era la parte de Dios, y ofreció el resto a los tres Reyes.
Bonita leyenda, ¿verdad? Pues no acaba ahí la cosa, en Cataluña (no sé si en el resto de España también) es tradición ocultar entre la masa una haba seca y una figurita de un rey. Al repartir el roscón entre los comensales, a quien le toca la figurita es coronado rey y al que le toca el haba, tiene que pagar el roscón. Pero investigando un poco más, he descubierto que antiguamente solo se incorporaba el haba y también tiene su explicación… El día 6 de enero se realizaba la adoración del niño Jesús en las iglesias, como no todos podían ir, era costumbre que cada família designase un rey que le representara. Cuando se amasaba el roscón, se escondía una haba seca en su interior y, cuando se repartía el roscón, al que le tocaba el haba, era coronado rey y era el que iba a la función de la iglesia y, en representación de la familia, adoraba al niño Jesús.
Ahora que ya conocemos mejor el origen de este dulce, podemos ponernos manos a la obra. He escogido la receta de Eric Ortuño de la pastelería Hofmann de Barcelona. Me ha parecido que es bastante fácil y rápida de preparar.
Ingredientes:
500 gr de harina de fuerza
100 gr de azúcar
10 gr de sal
1 huevo
120 gr de mantequilla
30 gr de levadura fresca
ralladura de 1 limón
ralladura de 1 naranja
20 gr de ron
200 ml de leche
Para el mazapán:
125 gr de azúcar glas
125 gr de almendra marcona cruda molida
30 gr de clara de huevo
Para decorar:
Naranjas confitadas
Azúcar
Preparación:
1. En un bol, ponemos la harina, la sal, el azúcar, la ralladura de limón y naranja y la levadura (la ponemos entera, sin desmenuzarla). Es importante no poner los ingredientes juntos, así que haremos montoncitos con cada uno de ellos sobre la harina.
2. Añadimos el huevo entero y la leche, que estará fría recién sacada de la nevera, y el ron.
3. Amasaremos con las manos hasta que la masa se despegue (unos 6 minutos).
4. Añadiremos la mantequilla cortada en dados y amasamos unos 10 minutos más. Conseguiremos una masa fina que no se nos debe pegar en las manos.
5. Todo este proceso de amasado lo hemos realizado dentro del bol.
6. Tapamos el bol con un film y dejamos reposar la masa unos 10 minutos.
7. Mientras, preparamos el mazapán mezclando el azúcar glas, la almendra y la clara de huevo.
8. Estiramos la masa con un rodillo formando un rectángulo de 40 x 15 cm.
9. Ponemos el mazapán en el centro formando un cilindro y ocultamos el haba y la figura del rey en su interior, envueltas en papel film. Envolvemos el mazapán con la masa (como si hiciéramos un canelón).
10. Juntamos los dos extremos de nuestro «canelón» para formar el roscón.
11. Disponemos el roscón en una bandeja de horno, forrada con papel de hornear, y metemos en el horno apagado durante 1 hora y media, aproximadamente.
12. Sacamos el roscón del horno, y lo encendemos para que se caliente a 180 ºC (calor arriba y abajo y si tenéis, poned la opción ventilador).
13. Pincelamos el roscón con huevo batido y decoramos con la naranja confitada y azúcar, que habremos humedecido ligeramente con agua.
14. Horneamos durante 15 – 20 minutos, hasta que lo veamos doradito.
Feliz día de Reyes!!