Este año los reyes me han traído un utensilio que hacía tiempo que quería: un wok. La verdad es que la cocina oriental siempre me ha llamado la atención. He hecho algún curso de cocina japonesa e incluso he investigado en blogs extranjeros buscando ideas para incorporar ingredientes exóticos en mi cocina.
La cocina con el wok tiene algunas particularidades, ya que podemos cocinar alimentos a diferentes temperaturas. La parte baja del wok está más caliente que los laterales. Así que basta con que tengamos un poco de maña para lograr que los ingredientes adquieran el punto exacto de cocción llevándolos hacia los lados una vez lo tengamos listos. La otra característica importante es que los alimentos se cocinan de forma rápida. Esto nos aportará un punto de crujiente muy agradable a la hora de comer las verduras.
Esta es la primera receta que hago con el wok… y espero poder enseñar muchas más.
Ah, y si no tenéis wok, podéis hacer esta receta en una sartén convencional.
Ingredientes (para 2 personas):
150 gr filete de ternera
2 cucharadas de salsa de soja japonesa
1 cucharilla azúcar
1 trozo de 5 cm de jengibre
1 calabacín
2 cebolletas
200 gr setas
1 zanahoria
100 gr brotes de soja
Elaboración:
1. Cortamos el solomillo en dados pequeños y lo maceramos unos 30 minutos con la soja y el azúcar.
2. Cortamos la cebolla en trozos pequeños, la zanahoria en láminas finas y el calabacín en rodajas. Todo debe quedar del tamaño de un bocado. Lo reservamos.
3. En el wok bien caliente y sin aceite, salteamos las setas. Las reservamos.
4. Escurrimos la carne, conservando el líquido de la maceración, y la salteamos en el wok. Yo la tuve sólo unos segundos para que no quedara demasiado cocida. La reservamos.
5. Ahora viene el turno de las verduras. Las echamos todas al wok junto con el jengibre rallado. Las ahogaremos unos 3 minutos a fuego vivo.
6. Añadimos los brotes de soja y salteamos dos minutos más.
7. Por último, incorporamos las setas, el solomillo y la salsa de soja que reservamos y le damos un par de vueltas más para que todos los sabores se integren.
Y ya lo tenemos! Ya veis que la parte más laboriosa de la receta es cortar todos los ingredientes pequeños.
Este plato forma parte de las cenas lights pero sabrosas que me he propuesto hacer este invierno.
Hasta la próxima!