Hoy os traigo una receta de muffins salados que es ideal para una cena informal con los amigos tipo picoteo. También los podemos hacer en versión mini para servirlos durante el aperitivo. Aunque no sirváis más de uno por cabeza porque, aunque quedan muy esponjosos, sacian un poco.
El secreto para que queden esponjosos es no batir en exceso la masa una vez se incorporan los ingredientes secos. No sufráis por si queda algún grumo, ya que se deshará en el horno.
Ingredientes:
1 huevo
220 ml leche
35 ml aceite de oliva arbequina
220 harina de repostería
1 cucharada de azúcar
1 cucharadita de levadura Royal
media cucharadita de sal
125 gr jamón cocido
125 gr queso cheddar
unas ramitas de tomillo
Elaboración:
1. En un bol, mezclamos la harina, el azúcar, la sal y la levadura. Reservamos.
2. En otro bol, cascamos el huevo. Añadimos la leche y el aceite y mezclamos bien.
3. A esta mezcla, le añadimos los ingredientes secos y, sin batir en exceso, los mezclamos hasta que no queden grumos.
4. Añadimos el jamón y el queso cheddar cortados pequeños y las ramitas de tomillo picadas y mezclamos.
5. Llenamos unos moldes de muffins previamente engrasados.
6. Horneamos 22 minutos a 190 º C (con el horno precalentado).
7. Dejamos enfriar sobre una rejilla.
Están deliciosos tibios. Los podemos servir con una ensalada y tendremos una cena completa.
Hasta la próxima!