El risotto es mi plato comodín. Cuando no sé qué hacer, miro en la despensa y en la nevera y siempre encuentro algo para preparar un buen risotto.
Como ya os he explicado en otros risottos que tengo publicados, como este de fresas o este negro, la técnica para conseguir un arroz cremoso es ir removiendo mientras cuece el arroz y utilizar la variedad correcta de arroz. Yo siempre lo preparo con arroz bomba y el resultado es espectacular.
Aún estamos en temporada de setas, pero aún así podemos recurrir a las conservas o las setas secas, si es que no los encontramos frescas. En este caso he utilizado una combinación de ambas clases: las negrillas eran frescas y los boletus eran secos.
Ingredientes (para 2 personas):
1 cebolla de Figueres mediana
150 g negrillas
10 g boletus secos
160 g arroz bomba
20 cl vino blanco seco
caldo de pollo
queso parmesano al gusto
Elaboración:
1. Ponemos en remojo los boletus con agua tibia para que se hidraten. Los dejaremos unos 30 minutos.
2. Picamos la cebolla y la sofreímos en una cazuela un poco honda con un chorro de aceite de oliva.
3. Cuando esté transparente, añadimos los boletus y las negrillas y lo rehogamos todo unos 3 minutos.
4. Añadimos el arroz y removemos bien. Cuando el arroz esté transparente, añadimos el vino blanco y vamos removiendo hasta que el arroz absorba prácticamente todo el vino.
5. Incorporamos el caldo de pollo poco a poco. No añadiremos más caldo hasta que el arroz haya absorbido el que hemos echado previamente. Iremos removiendo frecuentemente.
6. Cuando el arroz esté en su punto, añadimos el parmesano rallado y, si es necesario, rectificamos de sal.
A la hora de servir, he aderezado con unas gotas de aceite de trufa. Una delicia!
Hasta la próxima!