¿Queda alguien por ahí o estáis ya todos de vacaciones? Yo no las empiezo hasta dentro de unos días, así que aún me queda alguna receta por publicar antes de tomarme un merecido descanso.
Sé que quizás no es la época del año propicia para publicar cremas, pero es que necesitaba comer algo caliente para poder superar el resfriado que tengo… Y es que, el pasado fin de semana estuve en el Festival del Vino de Somontamo (los que me seguís en Twitter y en Instagram ya lo sabréis) y la última noche diluvió y me mojé mucho. Y claro, he acabado congestionado, con dolor de garganta y fatal… vamos un cromo.
Así que pensé en cocinar algo reconfortante, pero sin que fuera muy contundente. El resultado ha sido esta exquisita crema que desde ya pasa a «mi fondo de armario» de cremas.
Ingredientes (para 4 personas):
2 puerros
1 manojo de zanahorias
3 cm de jengibre
el zumo de una naranja
1 litro de caldo de zanahorias Aneto
sal
aceite de oliva
Elaboración:
1. Pela el puerro y córtalo fino. Utilizaremos sólo la parte blanca.
2. En una cazuela, pon un chorro de aceite de oliva y sofríe el puerro con una pizca de sal hasta que esté blando. Incorpora entonces las zanahorias y el jengibre pelados y cortados en rodajas y deja sofreír todo el conjunto unos 5 minutos.
3. Pasado el tiempo, añade el zumo de naranja y el caldo de zanahorias (o de verduras, si no tenéis) y deja cocer a fuego medio hasta que la zanahoria esté muy tierna.
4. Tritúralo con el túrmix y rectifica de sal, si fuera necesario. Sirve inmediatamente.
Una crema sencilla y con un sabor refrescante. Ya verás como te gusta 😉
Hasta la próxima!!