Si hay un bocadillo que hemos sabido reconvertir algo suculento, delicioso e incluso con un punto chic, es sin duda la hamburguesa. Durante mucho tiempo ha sido maltratada y llamada de forma peyorativa fast food, pero, estamos viendo nacer una nueva burbuja en el mundo de la restauración?
Últimamente han florecido por doquier decenas de hamburgueserías donde, supuestamente, se sirven delicatessen a precios que, a veces, resultan prohibitivos y con un procuto que no responde a nuestras expectativas. Aunque como en todas las modas, solo sobrevivirán los mejores locales y los que realmente ofrezcan un producto de calidad a un precio competitivo.
Yo también me apunto a esta tendencia y he creado una hamburguesa Gourmet para cocinar en casa. Es perfecta para una cena esos sábados que hemos estado fuera todo el día y al llegar a casa nos apetece tomar algo rico pero sin complicarnos demasiado.
Para acompañar la hamburguesa he escogido sabores muy contrastados y que me han gustado mucho. Por un lado, la rúcula y el roquefort. Dos ingredientes potentes que encuentran su contrapunto en el gelé de vino, que es una especie de confitura hecha con vino y que, por cierto, marida perfectamente con muchos quesos.
El pan lo he comprado en mi panadería de confianza. Cada día de la semana hacen una especialidad diferente de pan y el viernes es el día que dedican a estos panecillos, que son muy tiernos y están muy buenos. Por suerte aún quedan buenos artesanos que miman las masas que preparan.
Ingredientes (para 2 personas):
2 panecillos de hamburguesa
300 g carne picada de ternera
rúcula
queso roquefort
gelé de vino
sal
pimienta
Elaboración:
1. Salpimentamos la carne picada a nuestro gusto. Mezclamos bien y formamos las hamburguesas.
2. Hacemos las hamburguesas a la plancha.
3. Montamos las hamburguesas poniendo una cucharada generosa de gelé sobre la carne y encima un poco de roquefort y un puñado de rúcula.
Fácil, rápida… y buena!!
Hasta la próxima!!