La técnica de cocinado “a la sal” es una de las más antiguas y sanas que existen, ya que nos permite cocinar los alimentos sin añadir ninguna grasa y, al contrario de lo que pueda parecer, obtendremos un plato jugosísimo y con el punto salado ideal.
La clave está en utilizar sal muy gruesa sin refinar. En cualquier supermercado encontrarás este tipo de sal. Seguramente en el paquete indicara “para hornear”. No está de más que siempre tengas un paquete en tu despensa para cuando quieras darte el gusto de cocinar con esta técnica que es válida tanto para pescados como para carnes.
En la receta de hoy, he utilizado doradas. Las he comprado fresquísimas y salvajes y he pedido que me quitaran las escamas y que no me las abrieran para quitar la tripa. De esta forma quedan muy jugosas.
Ingredientes (para 2 personas):
2 doradas de ración
2 kg sal para hornear
unas ramitas de tomillo fresco
unas ramitas de romero fresco
1 limón
Preparación:
1. Sobre una bandeja, pon una capa de sal para hornear y dispón encima unas ramitas de tomillo, romero y unas rodajas de limón.
2. Pon las doradas enteras y limpias sobre esta capa de sal y cúbrelas totalmente con más sal. Humedece ligeramente la capa superficial de sal y hornea a 200º durante 35 minutos.
3. Pasado el tiempo, saca la bandeja del horno y rompe la capa de sal con ayuda de un cuchillo. Saca las doradas y sirve inmediatamente.
Y eso es todo… ya ves que no tiene ningún misterio. Y el resultado es espectacular, te lo prometo.
Para acompañar estas doradas, yo he optado por hacer unas patatas y tomatitos al horno y los he aromatizado con las mismas hierbas que he utilizado con las doradas. El resultado es un plato sano y equilibrado pero riquísimo!
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Hasta la próxima!