Uno de los dulces más típicos en Semana Santa son las torrijas. Es una receta en la que se aprovecha el pan de días anteriores y se remoja en leche aromatizada con canela, limón y naranja y finalmente se pasa por huevo y se fríe. No tiene mucha complicación pero es un dulce que está buenísimo… aunque es muy calórico y ya me parece bien que restrinjamos su consumo a estas fechas!
El consumo de torrijas está documentado desde tiempos inmemoriables y hay recetas parecidas por toda Europa, que más tarde se exportaron a América. Así que nos encontramos ante un dulce que se ha globalizado… y no es de extrañar porque es una receta sencilla, de aprovechamiento, que da mucha energía y además está deliciosa. No se le puede pedir más!

Ingredientes:
- 1 barra de buen pan del día anterior
- 1 l leche entera
- 4 cucharadas soperas de azúcar
- 1 trozo de piel de limón
- 1 trozo de piel de naranja
- 1 rama de canela
- 4 huevos
- aceite de oliva arbequina
- Azúcar y canela en polvo para el rebozado final
Elaboración:
- En un cazo, pon la leche, el azúcar, la rama de canela y las pieles de limón y naranja, procurando que no tengan la parte blanca para que no amargue.
- Deja que la leche dé un hervor. Retírala del fuego y deja que se temple.
- Corta el pan en rodajas más bien gruesas y disponlas sobre una fuente profunda.
- Vierte sobre el pan la leche colada y deja que las rebanadas se empapen bien de la leche. Con unos 10 minutos es más que suficiente.
- Sácalas de la leche y pasa las rebanadas por huevo batido y fríelas en abundante aceite de oliva arbequina. Yo las frío de 3 en 3 para controlar mejor la temperatura del aceite.
- Una vez fritas, ponlas sobre papel absorbente y finalmente rebózalas en azúcar a las que habrás puesto un poco de canela.